
Un festival de colorines digno de cualquier producción Disney. El tablero es bastante grandote y colorido, 110 cartas muy bien ilustradas, como veréis en esta reseña, unos cuantos tokens de cartón, y por supuesto las carismáticas fichas hexagonales representando feudos, y con los que haremos un poco de tetris a la hora de colocarlos.

En el tablero de juego se representa Europa occidental. Cada uno de los países tiene puertos (puntos azules) y ciudades (puntos blancos). Además también hay 6 mares, que bañan a 2/3 países cada uno.
¿El objetivo del juego? Pues tratar de colocar nuestros feudos (las fichitas hexagonales) de manera que abarquen más ciudades/puertos, ya que así nos darán puntos y de paso joderemos y mucho a los rivales.

¿Y cómo haremos esto de ir extentiéndonos? Pues con cartas, muuuuchas cartas.

Decir que antes del inicio del juego, hay que configurar la partida. Gonzaga viene con "escenarios preparados" para darle como algo de más temilla al juego. Estos escenarios básicamente lo que hacen es dividirte el mapa de europa en 2; regiones prósperas y regiones pobres. Según el nº de jugadores, habrá más de unas u otras. Véase aquí un ejemplo de 3 escenarios:

Una vez elegido escenario, cada jugador recibe 1 carta objetivo de entre las 16 que hay (véase imagen siguiente). En cada carta, hay 6 ciudades marcadas que el jugador deberá cubrir con sus feudos. Y ojo a la primera jodienda; habrá que ocupar ciudades que estén en regiones pobres, que nos darán muy pocos puntos.

Por esta mecánica, si tuviese que asemejar este juego con alguno, sería sin duda con el Ticket to Ride (aunque salvando las distancias). Y es que en Gonzaga tienes que cubrir ciudades, aunque no tienes por qué hacerlo con un tramo seguido. Depende de cuántas ciudades de las 6 hayas cubierto, te llevarás más o menos puntos.
El turno a turno. Gonzaga es un juego de acción simultánea. Todos los jugadores deciden en secreto sus acciones, y cuando lo tienen listo, las van ejecutando, pero el orden lo es todo! ya que otro se te puede anticipar si suelta x carta y te wañea de lo lindo! Veámoslo con más detalle.

Cada jugador tiene frente a sí un tablerillo individual en el que ejecutar sus cartas. Al inicio de cada turno, cada jugador voltea una carta de feudo. Esta carta le dice qué feudo será el que puede colocar en dicho turno. Aquí está el factor azar, puede que a otros jugadores les toque un feudo más molón que el tuyo, o viceversa :P

Acto seguido, es hora de planear las acciones. Para ello, los jugadores deberán elegir 2 cartas de su mano. En la misma, los jugadores tendrán Cartas de Lugar, y Cartas de Acción.


Con las cartas de lugar, los jugadores elegirán dónde colocar su feudo, y con las de acción el cómo colocarlo. Estas cartas de acción son las que dirigen el cotarro, ya que además de decirte si tu feudo puede pisar una ciudad o un puerto, o ambas, también determinarán quién empieza a colocar antes su feudo. Y como imaginaréis, hay multitud de combinaciones y posibilidades.
El aspecto que debe tener tu tablerillo en plena partida, tras haber escogido cartas para el presente turno debiera ser éste:
¿La chicha del juego? Pues más de la que imaginaba al principio. Te tienes que pensar muy mucho qué cartas soltar cada turno, ya que los rivales te pueden pisar las ciudades que quieres. Cuando colocas tu feudo en el mapa, lo puedes hacer de manera que ocupe más de 1 ciudad/puerto, y claro, es fácil intuir que muy posiblemente le estés cubriendo a alguien la ciudad que quiere.
El orden de resolución es vital, y hay muchas triquiñuelas. La carta del Favor Real te permite jugar en primer lugar, pero a costa de deshacerte de 1 anillo. ¿Que qué son estos anillos? fijaos en la base del tablerillo de la anterior foto. Cada jugador tiene 6 anillos, para poder establecer matrimonios. Traduciendo: es una manera en el juego de ocupar una ciudad que ya pertenece a otro jugador. Saber usar estos anillos es importantísimo.

Y hay más cositas que se dejan en el tintero. Los jugadores pueden ganar jugosos puntos si forman alguna Liga Marítima. Usease, controlar al menos 3 puertos de un mismo mar.
Otra regla que da complejidad es que las cartas que usaste en el turno anterior se quedan en la zona intermedia del tablerillo individual, y las recuperas al final del siguiente turno. Es decir, que no puedes usar 2 veces seguidas las mismas cartas. Con esto, ojito a qué cartas han jugado tus rivales, te puede decir mucho sobre qué objetivo persiguen.
Cuando en el juego sólo quedan 3 ciudades/puertos sin cubrir (de las regiones prósperas) se juega un último turno. Tras él, los jugadores revelan sus cartas objetivo y ganan los puntos según cuántas ciudades hayan conseguido. Y como bonus, el jugador que tenga más feudos consecutivos rozándose se lleva 15 puntacos (véis? otro elemento idéntico a Ticket to Ride).

Y eso es todo, contado clarostá por encimilla. Gonzaga es un juego que me ha sorprendido gratamente. Esperaba un rollo familiar, ser de estos con los que no te estrujas el cerebro, y cuán lejos de la realidad. No llega ni de coña a tintes de juego denso, pero tiene agobios y wañas de alto nivel, ya que la interacción entre jugadores es directísima. Y todo aderezado con unos componentes espectaculares, de esos con los que un juego luce desplegado en la mesa.
Tras el tiempo que llevaba detrás de este jueguecillo, he quedado muy satisfecho con la adquisición (matizo que me costó 24 euros de 2ª mano en lugar de los 37 que suele valer nuevo). No es desde luego un juego que vaya a ocupar un lugar top entre mis favoritos, pero no está por debajo del nivel de otros que también me gustan mucho.
Dadle una oportunidad si lo tenéis a tiro, que la merece. Un saludo jugones!