Tarde filosofal

Este pasado finde estuve una vez más explorando Sevilla city, y para mi goce visité el magnífico Antiquarium de Sevilla. Aluciné con el "buen estado" de conservación de los restos arqueológicos. Los mosaicos romanos se conservan casi a la perfección, y yo allí no dando abasto con la cámara de fotos en plan japonés, cuando de pronto mi rádar jugón se disparó con esto:

¿Tiene pinta de juego?


...


Po zí
(haced click en la imagen y lo podréis leer mejor)

¡¡Pero qué jugones eran estos romanos!!

La verdad que no era la primera vez que había visto tablas jugonas de la antigüedad, pero sí era la primera vez que tenía una delante (las anteriores las había visto por fotos).

Y el caso es que tras salir de las ruinas, devorar un helaíto, y una caminata en dirección sur, me topé con la fnac y esto en la entrada a mano izquierda.

La fnac de Sevilla tiene 4 plantas y me llamó la atención que este contingente de juegos estuviese en la planta baja, nada más entrar, en un lugar de fácil visualización, y quizás sería por lo que había multitud de curiosos cogiendo los juegos y leyéndolos (en la foto apenas se ve a nadie porque aproveché un momento fugaz pa hacerla. Pero en serio que había una peshá gente manoseando los juegos).
Imagino que el que estuviesen ahí colocados responde a una clara estrategia comercial. Quizá pa darles salida cuanto antes, yoquesé. Esto no me interesa la verdad.

Lo que pasaba por mi cabeza en esos momentos era una mezcla de felicidad y ralladura mental. No hacía ni media hora que había visto la tabula jugona romana, con sus dosmil añitos de edad, y ahora estaba plantado frente a la ¿evolución? de uno de mis entretenimientos y hobbys predilectos.
A la vuelta a casa en el metro iba dándole mil vueltas a lo visto. Me encanta sinceramente entrar en una tienda y ver tantos juegos y en un sitio tan accesible. Yo vengo del rol. En esta afición en los 90 había poquísimos lugares (hablo al menos de Málaga) donde encontrar libros y darle vidilla al hobby. Te lo tenías que currar tú mismo muchísimo.
Años después caí en los juegos de mesa porque para mí son claros parientes del rol. Cada cual con sus ventajas e inconvenientes. Y por supuesto que cualquier jugón pensará todavía hoy que con los juegos también te lo tienes que currar tú mismo, por supuesto, pero el panorama es otro.
Antaño un rolero era un paria, un marginado social, el bicho raro, un potencial asesino. Y el jugón de hoy día desde luego que también está visto como una especie de bicho raro. Me consta y no lo niego nunca. Pero hablando claro, y comparando aquellos días y los de hoy, afortunadamente, qué de cosas han cambiado!
Todavía te echan ciertas miraditas cuando sueltas eso de que te pasas tardes y noches dándole a los tableritos. Te imaginan rodeado de tíos en un cuarto oscuro con el monopoly encima de la mesa. Pero los indicios de que poco a poco la sociedad tiene más inquietudes es inapelable. Y cuando leo hilos como éste en labsk me alegra comprobar cuánto bien han hecho juegos como Los Colonos de Catán a la sociedad actual.

¿Que la situación aún es muy precaria? No lo dudo. Y sé de la situación del país con respecto a otros de tradición más jugona. Pero qué queréis que os diga. Yo me comparo con cuando era chavea y no hay color entre las trabas que había antes para desarrollar tu afición y las que hay ahora. No será por falta de clubs, asociaciones, tiendas, jornadas, eventos, etc.

Seguramente suene muy eufórico. Muy normal, estoy abrumado e influído aún por el peso de la historia, y por las ganas que tengo de estudiar en lunes. No son precisamente las mismas ganas que tengo de jugar...

Un saludo!