Dixit Jinx, la reseña

El juego que hoy nos ocupa no es otro que Dixit Jinx, requetecomentadísimo juego por varios factores, como pertenecer a la prestigiosa y exitosa familia Dixit, o por haber sido creado por autor español; Josep M. Allué. Y además, dicho juego acaba de ser publicado en España por Homoludicus.

Si estáis al loro de la edición de Homoludicus y la foto de arriba, veréis que no coincide. Cierto. Y es que un servidor se ha agenciado la versión internacional de Libellud en varios idiomas. Esquirol!- pensaréis alguno, pero os explico brevemente por qué he pillado esta edición. En primer y más importante lugar, quería expresamente que en la portada se pudiese leer "Dixit", porque su predecesor es un juego que he usado muchísimo con no jugones, y con los mismos espero precisamente meter la versión Jinx. Y sé que poniendo "Dixit" en la portada tendré medio gancho conseguido.

En segundo lugar, porque la edición que poseo es de caja cuadrada pequeñita. Tamaño PickPicknik, Pikomino, Cerdos al Galope. Sí, lo sé, soy mu tiquismiquis. La edición Homoludicus también tiene una caja apañaísima. Según he visto por fotos, del tamaño Gloria a Roma, que está también genial.

Ahora sigamos con la reseña.

Al abrir la caja nos encontramos con las 71 cartas, las reglas, y un colorido inserto:

El inserto es una monería. Me encantan los insertos en los que vienen componentes del juego (ya sean cartas, tablero, el aspecto de una partida, etc) reflejados.

Las reglas del juego se explican en un santiamén. Tan fácil de jugar como su predecesor, si no fijaros en que las reglas ocupan literalmente 2 hojitas.

Y ahora vayamos al juego en sí. ¿Qué diferencia a Jinx del Dixit que todos conocemos? A la vista está que el diseño es otro. En Jinx, las cartas tendrán dibujos abstractos, que por cierto han corrido a cuenta de Dominique Ehrhard. Para ser sincero admito que estos dibus abstractos me parecían más feos que los tan jodidamente bonitos del Dixit, y no engaño, ahora no es que me parezcan más bonitos los de Jinx, pero sí que es cierto que una vez en mano las cartas, me han gustado bastante más de lo que creía. Además, es todo un detallazo que las cartas vengan impresas por los 2 lados, por lo que si hay 71 cartas, tenemos en el juego 142 dibujos diferentes.

¿En qué más se diferencia? Pues en matices en el cómo se juega.

¿Y cómo se juega? Pues sencillísimo. El jugador de turno (narrador según la terminología Dixit) coge al azar una carta de entre las 9 de posición que hay (véanse a continuación).

Dicha carta le estará diciendo la posición del dibujo sobre el que tendrá que decir la pista a los demás jugadores. A continuación, toca montar un cuadrado de 3x3 cartas, usease, dejando 9 sobre la mesa, de este modo:

Ahora, poniendo como ejemplo que yo soy el narrador, digo mi pista, que será "OFÚ QUÉ CALOR!!" (me estoy asando de verdad escribiendo estas líneas). Con dicha pista, al igual que en el Dixit original, intentaré que al menos algún jugador acierte, pero también confundir al resto, ya que si todos aciertan mi dibujo me penalizarán.

¿Qué hacen los jugadores con la pista? Pues votar, pero he aquí la mayor diferencia con respecto al Dixit normal. Se vota a tiempo real. De hecho, en cuanto yo he dicho mi pista un jugador puede votar inmediatamente, y para ello, extiende su mano y su dedo indice y lo coloca sobre la carta que cree mía.
Los jugadores tendrán que ser rápidos, no podrán colocar su dedito sobre un dibu que ya haya votado alguien, y si dos jugadores a la misma vez han puesto su dedo sobre la misma carta, se impondrá aquél que grite JINX primero.

Y OJITO! las votaciones se resuelven también a tiempo real. En cuanto un jugador ha votado (ha puesto su dedo sobre una carta), el narrador le tendrá que decir SI en caso de que haya acertado, o NO, si falló. Además, si ha fallado no podrá levantar el dedo. Ya no podrá rectificar este turno. Obviamente si ha fallado, se han reducido las posibilidades para acertar la carta, y otros jugadores inmediatamente votarán.
Sobre el ejemplo anterior, y la pista que dije, imaginad que alguien vota así:

¿Acertó? pos NO, por lo que deberá dejar su dedito así hasta que nadie quiera votar, o alguien acierte mi carta (que es cuando acaba la ronda y se puntúa), que por cierto es justo la que está encima de la votada en la imagen; esa en la que aparece un abanico de lunares blancos. Claro, aquí ya está la picardía tan característica de Dixit. Uno dará pistas pa confundir.

¿Cómo se ganan puntos? Pues el jugador que acertó la carta se la lleva para sí, y la coloca delante (cada carta= 1 punto al final), y el narrador gana cada carta que hayan votado erróneamente (y se verán claramente porque los deditos aún deberían estar sobre ellas).

Todo esto que me ha llevado tantas líneas escribir, en la práctica son segundos. Divertidísimos y con tensión. Es buenísimo cuando un jugador da una pista que confunde muchísimo, y de las 9 cartas en mesa, votan 4 o 5 antes de acertarle la suya, con lo que se forra a puntos.
El narrador irá siendo un jugador distinto en cada ronda, obviamente, y así se jugará hasta que en el juego no se pueda formar otro cuadrado de 3x3, con lo que la partida acabará.

CONCLUSIÓN - Dixit Jinx me ha parecido un pequeño gran juego, un gran party game. Creía que estaría muy por debajo del Dixit normal, y resulta que no tiene nada que envidiarle (algunos dirán que los dibus, pero aquí habrá tantos gustos como colores). Por el precio que tiene, y el poco espacio que ocupa, debiera estar prácticamente en toda ludoteca. Es ideal para echarte unas buenas risas al empezar y/o acabar una sesión, y es que una partida dura 20 min! y no olvidéis que reúne la triple B con la que nos educaron a muchos: Bueno, Bonito, y Barato, qué más se puede pedir?
Ya estáis tardando en probarlo! jajaja

Un saludo jugones!