Water Lily, la reseña

El pasado verano, concretamente el 28 de agosto, (vale sí, lo apunto, no tengo tan buena memoria) estrené uno de los fillers más divertidos y curiosos con los que me he topado en los últimos tiempos. Desde entonces me tiene prendaíto, y llevaba un montón de tiempo con las fotos preparadas hechas para la reseña, pero es hoy cuando he sacado hueco para dedicarle unas líneas. Más vale tarde que nunca, aunque eso de "tarde" es precisamente lo que caracteriza la esencia de Water Lily. Water Lily es una alocada carrera de ranas (2-4 jugadores) sobre un estanque, pero no ranas cualquiera, caballeros rana! (toma castaña verdad?), para ganarse el favor de la princesa Water Lily y sus hermanas, quienes se van a casar y podrán obtener a su príncipe después del pasteloso besito al anfibio.
El juego ha sido creado por Dominique Ehrhard, famoso ilustrador responsable por ejemplo de Dixit Jinx. La edición del juego (en castellano) se debe a GameWorks.

Tema pegado masivamente con Loctite ultra fuerte, aun así, es gracioso debido a lo bien que acompañan los componentes. Y es que éstos, más la mecánica del juego no dejan indiferente, y es que como decía en el primer párrafo, en la loca carrera que supone Water Lily, no ganará el que llegue primero, sino aquél que llegue "un poquito tarde"... lo veremos más adelante.

La caja es de tamaño Catán, y al abrirla nos encontramos esto:

El componente rey del juego es el curioso inserto de plástico a modo de rampa que podéis ver aquí abajo.

Con sus numeritos y todo eh. Suponéis para qué son?

El montaje del juego es rapidísimo y tremendamente original. En segundos lograremos un vistoso resultado según nos proponen las reglas, y es que junto a la parte inferior de la caja, hemos de añadirle lateralmente la tapa del juego, y superponerle a ambas partes un tablerito. Lo vemos detallado con esta ilustración de las reglas:

Colocamos a la caja inferior su tablerito, de tal modo que quepan fichas por uno de sus bordes (el del inserto verde).

Una vez hecho esto, añadimos la tapa del juego, y le colocamos otro tablero encima, de modo que conseguimos una curiosa superficie de juego; un juego que se juega a modo pedestal.

Incluso han cuidado que el canto de las cajas coincida. Menudo estanque montamos en unos segundos!

Aquí ya tenemos el juego montado (foto superior). Por un lado tenemos nenúfares, y por el otro el estanque donde las ranas se sumergirán.
Ahora toca colocar la disposición inicial de las fichas, usease, las ranitas, que vienen en una bolsita de tela mu cuca.

Las fichas de las ranas son coloridas, de buena madera, y se agradece que para cada color hayan hecho un dibujo-rana diferente. ¿Cuál creéis que tiene más cara de "wena gente"? la blanca no? jejeje

Mediante una fácil guía que está impresa en el tablero montamos las ranitas en 5 pilas totalmente igualadas. Si os fijáis, ningún color tiene ventaja. Cada color será 1º en una pila, 2º en otra, 3ª, 4ª, e incluso habrá alguna pila en la que no tenga representación.

Ya puede comenzar la carrera! ah no, antes cada jugador recibe secretamente una ficha que le revela cuál será su identidad, y con qué equipo de ranas deberá ganar.

Ahora ya sí que empieza la carrera. Cada jugador en su turno elige una rana (del equipo que quiera) y la mueve. Ha de ser una rana libre, es decir, que no tenga encima otra rana. Y la mueve tantos espacios en diagonal como ranas haya en la pila en la que se encuentre.
Imaginad la de bloqueos que se dan! y cómo te hacen la puñeta tapándote tus ranas con otras cuantas encima! (como mucho se pueden apilar 4 ranas). Todo ello sin revelar mucho la identidad, que como se cosquen de quien eres sí que te joderán.

Como siempre digo en mis reseñas, no me quiero extender mucho en reglas, pero os aseguro que las de este juego se explican en 2 min o menos. Y es que las reglas (en español por cierto) son literalmente 2 hojas enormes, y que están ocupadas en su mayoría por fotos. Podéis verlo a continuación:

El alma de la fiesta se produce en el juego cuando una rana recorre toda la zona de los nenúfares, y se sumerge en el estanque. La regla de movimiento, que obliga a mover en diagonal, hará que cada rana tenga que elegir entre 2 lugares para sumergirse (ved foto de las reglas).

La partida termina cuando la última rana de un equipo se ha sumergido. Cuando esto ocurre, sólo queda levantar el tablerillo "estanque" y ver la puntuación según en qué orden han llegado las ranas.

Y por dicha puntuación decía al principio de esta reseña lo de que vale más llegar algo tarde en Water Lily: si os fijáis en la imagen a continuación, cuando una rana llega la primera recibe 1 punto, pero es llegando en 3ª y 4ª posición cuando más puntos hace, y todo ello teniendo en cuenta que si llegas demasiado tarde no puntuarás nada (como el caso de una de las ranas verdes de la foto).

Según la foto; gana Rosa con 8 puntos, seguido de Blanco (7 pts), Amarillo (6 pts), Azul-Verde (empate a 5 pts).

CONCLUSIÓN - Water Lily es un gran filler de tablero. Es bonito, tremendamente original, se juega muy rápido, y es amenísimo de jugar como inicio de sesión y/o final. Si lo queréis jugar con niños, es absolutamente apropiado.
La única pega actualmente; el precio. Y digo actualmente porque por tierras malacitanas nos agenciamos varias copias de este juego a sólo 14 euros cada uno, gracias a una ofertaza de tienda online. Pero dicha oferta acabó y ahora está a veintilargos euros creo. Muy caro. Aun así, estaros al loro de futuras ofertas y a la venta de 2ª mano, que el juego merece la pena.

Un saludo jugones!