(Ojo!, os recuerdo que esta entrada es obra de mi colega Carlospm. Y que podéis ver el 1er capítulo aquí).
Sois muchos los que, cuando veis la cajita azulada del Toma 11, me preguntáis: Esto... ¿es lo mismo que el Toma 6, no? ¿Hay mucha diferencia?
Pues os dedico este Cara a Cara.
¿De que van?
Bien, antes de nada, comentaros que ambos son juegos de cartas de nuestro amigo W. Kramer, en las que aparecen una serie de números y una cantidad determinada de bueyes (vampiros, murciélagos, chinches, vacas, toritos... ¡en mi grupo lo han llamado de todas las maneras posibles!). Pues hasta aquí las semejanzas, amigos. Toma 6 y Toma 11 son tan idénticos como una gota de aceite y otra de agua.
Sois muchos los que, cuando veis la cajita azulada del Toma 11, me preguntáis: Esto... ¿es lo mismo que el Toma 6, no? ¿Hay mucha diferencia?
Pues os dedico este Cara a Cara.
¿De que van?
Bien, antes de nada, comentaros que ambos son juegos de cartas de nuestro amigo W. Kramer, en las que aparecen una serie de números y una cantidad determinada de bueyes (vampiros, murciélagos, chinches, vacas, toritos... ¡en mi grupo lo han llamado de todas las maneras posibles!). Pues hasta aquí las semejanzas, amigos. Toma 6 y Toma 11 son tan idénticos como una gota de aceite y otra de agua.
¿Creéis haber tenido un déjà vu?
Para
empezar, en Toma 6 cada jugador recibe 10 cartas, y tiene que ir
colocándolas en una de las cuatro filas de cartas que hay sobre la mesa.
¿La condición? Tienes que colocarla en aquella cuyo último número sea
menor que ella, pero sea el más próximo posible. Por ejemplo, si saco la
carta con el número 99, y sobre la mesa están el 90 y el 96, tendré que
colocarla al lado de éste último porque es la más cercana. Lo
interesante del juego es que todos los jugadores escogen y levantan su
carta a la vez, con lo cual, es casi imposible adivinar lo que ocurrirá.
Quien coloque la sexta carta en una fila, se lleva las otras cinco
(dejando su sexta carta encabezando la nueva fila), con los
consiguientes bueyes/puntos negativos. Estas cartas NO se añaden a la
mano, sino que forman un mazo a parte.
Todo el mundo buscando como locos el 15 y el 16...
En
cambio, en Toma 11 se comienza con una única carta sobre la mesa, y por
turnos, los jugadores irán colocando una carta sobre ella, con la
condición de que no sea superior en 10 unidades. Por ejemplo, si sobre
la mesa está la carta con un 78, yo podré colocar cualquier carta de mi
mano comprendida entre el 79 y el 88. Si no puedo (o no quiero) poner
una carta, cojo el montón sobre la mesa y lo incorporo a mi mano. Por
cada montón retirado de la mesa se colocan dos más, abriendo las
posibilidades a los demás jugadores. Además, si en el montón que he
retirado había más de tres cartas, podré coger una carta de buey, que me
permitirá poner en un montón todas las cartas que quiera (siempre y
cuando no superen en 10 unidades el número inicial). Por cada buey que
tenga en mi poder podré colocar tantas cartas como quiera en un montón
de la mesa. Esto consigue que haya un interesante equilibrio entre coger
montones para obtener cartas de bueyes (para poder así deshacerme de
más cartas en cada turno) y soltar todas las cartas posibles, ya que el
juego termina cuando uno de los jugadores se queda sin cartas. Los
puntos negativos serán los bueyes que queden en las manos de los
jugadores.
Como veis, las mecánicas son completamente diferentes.
Los componentes
Con esta sección no me explayaré demasiado, porque en este sentido, Toma 6 y Toma 11 son prácticamente idénticos.
Toma
6 tiene 104 cartas numeradas del 1 al 104, con diferentes cantidades de
bueyes en ellas. Toma 11, por otro lado, tiene 100 cartas (numeradas,
obviamente, del 1 al 100) y 10 cartas de bueyes. En ambas, el número de
bueyes en las cartas oscila entre 1 y 7 (¡oh, amado número 55/63!).
Las
cartas son de un gramaje correcto, aunque se echa en falta un poco más,
ya que son cartas que pasan mucho tiempo en la mano y tienden a sufrir
el “efecto mesa-uña” [efecto que ocurre cuando, al coger una carta sobre
la mesa, el individuo en cuestión araña insistentemente los bordes de
la carta con la finalidad de agarrarla, sin conseguirlo, en lugar de
arrastrar la carta hasta el borde de la mesa para su fácil recogida].
¡Por Tutatis, arrastra la carta hasta el borde de la mesa!
Aún
así, no creo recomendable enfundarlas, pues dificultaría bastante
barajar esa cantidad ingente de cartas, y teniendo en cuenta el precio
del juego, siempre puedes comprar otro cuando lo tengas reventado.
Ambos vienen presentados en unas cajitas muy monas y fáciles de transportar.
¿A qué grupos están destinados?
Básicamente,
a cualquier grupo. Sí, sí, en serio, cualquier grupo puede disfrutar
con estos juegos, desde los no jugones hasta los jugones amantes de los
sesudos más diabólicos. A los primeros les atrapará la simpleza de las
reglas (quizá explicado sea un poco farragoso, pero jugado es simple
como pocos), el cachondeo, la corta duración de las partidas... y a los
segundos, ¡exactamente lo mismo! Ambos son juegos ideales para comenzar
una sesión lúdica, o para usar entre juegos de mayor duración/intensidad
sesuda, o para llevártelos a la playa, o para.... ¡o simplemente porque
sí!
Que tragues el 55 o el 63 proporcionará a tus amigos una dosis extra de endorfinas.
Entonces, ¿cuál es mejor? ¿con cuál me quedo?
A pesar de todas sus diferencias y semejanzas, yo tengo un claro vencedor.
Toma
11 es un gran juego: divertido, con su toque de estrategia (dentro de
su condición de filler, no me echéis los perros ;D ), rápido, simple,
con sus dosis de perreo... pero le falta algo. Un algo que sí tiene Toma
6.
Y es que Toma 6 tiene alma, tiene carisma, tiene
presencia... (parezco José Luis Moreno, xD ), tiene ese puntito, esa
chispa que convierte un buen juego en un juego genial. Creer que vas a
pillar puntos negativos sí o sí y que llegue un alma cándida y se coma
esa fila de bueyes, no saber qué carta usar porque con todas pillarás
puntos negativos, o joderle a alguien una fila y que tenga que comerse
una cargadita de bueyes... ¡no tiene precio!
Si me
permitís un consejo de jugón a jugón... si no habéis jugado a ninguno,
compraos el Toma 11. Disfrutadlo, jugadlo hasta la saciedad, saboreadlo
completamente hasta que le saquéis todo lo que puede dar, y entonces,
solo entonces, compraos Toma 6. Ésta es la única forma en la que la
larga sombra que proyecta Toma 6 no eclipsará por completo a Toma 11.
Sin embargo, si ya habéis probado Toma 6...
Testimonio: "Desde que juego a Toma6 soy mucho más feliz. ¡Gracias, burrito!"
Pros y contras
Toma 11
a) Pros
- Tiene su puntito de estrategia.
- Simplicidad de reglas (se explica en 3 minutos), que te abrirá las puertas de los no jugones.
- Bajo precio.
- Las carta de los bueyes dan un sabor especial al juego, sin embargo...
b) Contras
- … no es suficiente para convertirlo en un juego genial.
- Al jugarlo por turnos pierde la interacción que consigue Toma 6.
- Dificultad para conseguirlo en tiendas físicas en España.
Toma 6
a) Pros
- Tiene ese “algo” que lo convierte en un gran juego.
- Posiblemente, el juego que más mesa ha visto de toda mi ludoteca.
- Barato y fácil de encontrar en España.
- Reglas simples, perfecto para iniciar a no jugones.
- Hasta 10 jugadores.
b) Contras
-
A veces es demasiado azaroso. Cuando hay muchos jugadores es
prácticamente imposible saber qué va a ocurrir (¿debería meter esto en
los pros? XD ).
¡¡¡Ven conmigo, ven conmigo baby!!!
Y hasta aquí la nueva entrega de Cara a Cara. Un saludo, jugones.
Neiban | 2 de octubre de 2012, 13:56
Buenísima comparación Carlos!
Me encanta; breve, concisa, y además muy divertida ;)
Tb opino que la larga sombra de Toma 6 afecta a Toma 11. De hecho este último lo vendo, y eso que me parece un buen filler.
Un saludo!
Unknown | 2 de octubre de 2012, 15:17
Nunca he jugado a ninguno de los dos, pero siempre que veo la "vaca" tengo ganas de probarla
Picosckt | 2 de octubre de 2012, 15:20
Muy buena entrada Carlos, yo cuando probé el toma 11 también me dejó un poco rallado ya que esperaba que fuese mejor que el toma 6 y resultó ser que es peor.
Un saludo!
carlospm23 | 2 de octubre de 2012, 16:03
Neiban, no lo vendas! Regalalo a un no jugon! Evangeliza!!!
mT, necesitas un toma 6 ya!!!! Filler caotico muy cortito!
Picosckt, totalmente de acuerdo, por eso al final hago esa reflexion y doy ese consejo a los que no los han probado... es que el toma 6 es mucho toma 6!!!
Gracias por comentar!
Lethan | 2 de octubre de 2012, 16:09
Muy buena!
El Toma 6 la verdad es que es uno de los fillercillos de cartas para grupos grandes más divertido que he probado.
El Toma 11 tampoco pinta mal... pero como tú dices lo de jugarlo por turnos puede que sea lo peor. El juego simultáneo del Toma 6 que dices (el de sufrir pensando "me la como seguro") es sublime :D
Un saludo!
carlospm23 | 3 de octubre de 2012, 7:10
Lethan, si ya has probado el toma 6 ni te molestes en probar el toma 11. Si aun asi tienes curiosidad, dimelo un dia y me lo llevo a la sede. Un abrazo tio!
Brown.K.Brown | 18 de mayo de 2018, 15:17
Mi pregunta es si con las cartas del Toma 6 se puede jugar al Toma 11 o viceversa. Que ingenuidad la mía! Aún así lo pregunrp, no va a ser que...
Brown.K.Brown | 18 de mayo de 2018, 15:22
Como no sé editar añado una aclaración. Sé que hay distinto número de cartas lo que pregunto es si la imágenes y los números impresos en las cartas son coincidentes. Es decir, ¿podría transvasar cartas de un juego a otro?
P.D.: Gracias por la reseña.