(Ojo! os recuerdo que esta entrada y sección es obra de mi colega Carlospm )
¿De que van?
Los dos juegos que suben a nuestro ring este mes son dos grandes exponentes del push your luck (o press your luck), es decir, presiona tu suerte. La mecánica de ambos es simple hasta la saciedad: tu turno acaba de dos maneras, o bien te plantas y “salvas” todo el progreso que hayas conseguido, o bien arriesgas demasiado y lo pierdes. Así de simple.
Por un lado, Can´t stop nos plantea un juego de dados, donde vamos haciendo tiradas de cuatro dados que debemos conjugar dos a dos. La suma de ellos nos hará que coloquemos una ficha de color blanco (ficha temporal) en dicho número. Y así vamos tirando, con la única condición de que en nuestro turno debemos colocar una de las tres fichas blancas disponibles, o bien subir otra que hayamos colocado previamente. Si no podemos hacer ninguna de las dos cosas, perderemos todo el progreso conseguido. ¿Cómo lo evitaremos? Pues plantándonos antes de que eso ocurra (con las consiguientes mofas de nuestros compañeros de juego), de manera que cambiaremos las fichas blancas por una de nuestro color. Habremos “salvado la partida”.
¿Y quién gana? El que primero cierre tres de los once números disponibles.
El 6, el 7 y el 8. Objetos de deseo incontrolables.
Por otro lado, Cheeky Monkey nos plantea una dinámica muy diferente, si bien la mecánica es idéntica. En este juego, iremos sacando de una aterciopelada bolsa roja fichas estilo poker en la que hay dibujos de ocho animales diferentes: los tromper (elefantes), las foker (focas), las girafol (girafas), los cerber (cebras), los cameron (canguros), los yábalin (jabalíes), los perrets (perros) y los monetes (¿hace falta traducción?). Iremos acumulándolos hasta que tengamos la mala suerte de sacar un animal que ya hayamos sacado previamente en ese turno. Si nos plantamos antes, sumamos los animales sacados a nuestra pila, si no, todos los animales que hayamos sacado (repito, en ese turno) volverán a la bolsa. A esto hay que sumarle un par de reglas más, que le dan chicha al juego, como por ejemplo, poder robar animales de las pilas de nuestros adversarios o poder cambiar un monete por cualquier otra ficha que esté en la parte superior de la pila de un contrincante.
¿Y quién gana? Cuando se acaben las fichas, el que obtenga la mayoría de un animal se lo lleva. Luego se suman los puntos (tantos como indique la ficha de cartón) más el número de fichas que cada uno se haya llevado.
Este chacho se ha llevado 22 puntos en fichas de cartón (9 de los perrets, 6 de los cerber y 7 de los cameron) más 19 puntos (uno por cada ficha de poker), lo que hace un total de 41 puntos.
Los componentes
Aunque Can´t stop tiene múltiples ediciones, en este análisis voy a referirme a la de Ravensburger. En ella, tenemos una especie de señal de Stop donde están representados los diferentes números y unos huecos donde poner las fichas. Todo en plástico rígido de muy buena calidad. Las fichas de diferentes colores y las blancas son también del mismo material, si bien los colores no han sido elegidos con mucho acierto... amarillo (bien), verde (bien), azul oscuro (bien) y naranja (¡mal!). ¿A quién se le ocurre poner una ficha naranja sobre un fondo rojo? En fin, salvando esta nimiedad, todas tienen buena calidad, aunque es cierto que se agradecería que tuvieran algo más de peso. Por último, los cuatro dados son muy bonitos (rojos transparentes, con los números en blanco) y de un gramaje perfecto.
¿Estamos en las Vegas? ¡Qué bonitos!
Respecto a Cheeky Monkey (que también tiene varias y diferenciadas ediciones), voy a referirme a la de Face 2 face Games. Así, consta de una serie de fichas de cartón en la que se representan los diferentes animales que hay en juego, así como información sobre el mismo (lugar donde vive, de qué se alimenta, etc.) en el reverso. Es un detalle que no tiene importancia alguna en el juego, pero es interesante de cara a lo educativo del mismo. También incluye una bolsa de terciopelo rojo, así como las fichas de poker. ¡Y qué fichas, oiga! Tenerlas en la mano es genial, pues tienen el tacto y el peso perfecto. Y los animales... ¡ay los animales! En fin, que me disloco... son muchas y muy buenas, de manera que meter la mano en la bolsa y trastear, deseando sacar una u otra, hará las delicias de los más ludópatas de la casa.
He aquí a los animalitos que te harán perder la razón. Cuidado con el jabalí....
¿A qué grupos están destinados?
Y aquí está la gran pega de estos juegos, que es a la vez su gran virtud: la simplicidad. Ambos son fillers rapiditos y muy muy simples, de manera que es perfecto para “evangelizar” a novatos en el mundo de los juegos de mesa, o para aquellos que quieran llenar un rato mientras llega ese jugón tardón, o mientras espera a que termine otra partida. Pero no hay que esperar gran cosa de estos juegos más allá de la diversión pura y dura, una diversión primitiva exenta (casi completamente) de estrategia. Y por supuesto, una cantidad casi obscena de azar.
Bonito detalle de la caja de Cheeky Monkey. ¿Está despiojándolo?
Pero como su precio es también casi obsceno (no por alto, sino por todo lo contrario) es una apuesta sobre seguro: si no te gusta, habrás perdido muy poco.
Entonces, ¿cuál es mejor? ¿con cuál me quedo?
A pesar de la gran cantidad de parentescos, los dos juegos tiene sabores muy diferentes. Por eso, decidir entre uno y otro dependerá muy mucho de los gustos del comprador. Yo, personalmente, me quedo con Cheeky Monkey.
Otra de las ediciones de Cheeky Monkey, ésta con bolsa-mono super adorable. Aunque meter la mano dentro de un animal no sé si es muy ético...
¿Por qué? Pues es muy simple. Can´t stop tiene un gran aliciente, que son los dados. Tirar los dados, ver el resultado, y hacer todas las combinaciones posibles mentalmente no tiene precio, pero por otro lado, en su recta final (cuando ya se han cerrado algunos números) el juego se ralentiza, pierde ritmo, se hace algo pesado. Y eso no le pasa a Cheeky, que durante toda la partida sabe mantener el ritmo, aunque queden cinco fichas en la bolsa.
Además, los animales dan mucho juego. En mi grupo casi les hemos dotado de personalidad propia. Ya sabemos que el yábalin es el “asesino de la maleza” (es increible que con ocho fichas en juego salga más que otras con más cantidad, siendo casi seguro que debes plantarte si ya has sacado uno en tu turno...), o que el tromper siempre sale por sorpresa cuando creías que ya no quedaban fichas de él.
Por último, los irrisorios 5 euros que cuesta (frente a los 13-20 euros de Can´t Stop) terminan de decantar la balanza.
Vestirse con los colores de tu ficha, una buena estrategia para ganar a Can´t Stop.
Pros y contras
Can´s Stop
a) Pros
- Los dados. Tirarlos te produce un subidón...
- Tiene un ligero toque (muy ligero, eso sí) de estrategia.
- Que el material sea plástico lo hace apto para el piscineo y ambientes “hostiles”.
b) Contras
- Se ralentiza al final de la partida.
- Es difícil conseguir esta edición.
Si buscas 241543903 en Google, aparecerán cientos de fotos de personajes con la cabeza metida en el congelador. No tiene mucho que ver con esto, pero...
Cheeky Monkey
a) Pros
- Meter la mano en la bolsa y sobetear las fichas.... ¡awesome!
- Muy buen ritmo de juego, y risas aseguradas.
- Todos los componentes del juego caben en la bolsa. ¡Apto para viaje!
b) Contras
- Puro azar (¿pro o contra?). Alguna otra regla lo dotaría de más estrategia.
- A veces, cuando llega tu turno, tu pila de animales ha menguado escandalosamente, lo que hace que sea caótico.
¡Un saludo jugones!
JJ | 7 de marzo de 2013, 13:31
Buenas, donde se vende cheeky monkey a 5€?
Neiban | 7 de marzo de 2013, 17:22
En la dracotienda. Ha estado un buen tiempo a 5´95, pero me parece que ya no está a ese precio :(
Gran análisis Carlos. Yo opino igual que tú punto por punto. Can´t Stop es un juego con algo más de chicha (sin olvidar que ambos son fillers de lo más primario), pero Cheeky es una experiencia más rápida y divertida.
D0NK1J0T3 | 7 de marzo de 2013, 19:19
Me acabo de enterar que hay más ediciones del Cheeky Monkey.
Son bastante diferentes y parecidos a la vez ambos juegos, uno lleva dados y el otro no, diría que es mejor el Can´t Stop, pero no me negaría nunca a una partida al Cheeky.
Está bien esto de enfrentar a dos juegos, hace que haya infinitas posibilidades para postear; Neiban a ver si te animas a hacer un enfrentamiento del Clash of the Gladiators con el King of Tokyo, o contra el Genesis, o contra el Risk Express, vamos contra alguno, que lo acabo de volver a jugar y mola.
Lethan | 8 de marzo de 2013, 0:13
A mí también me gustan más los monetes... el Can't Stop a la larga se hacía pesado.
Unknown | 8 de marzo de 2013, 11:47
Me parece que los monos tienen mucha mejor pinta, una pena que no pudieras enseñarmelos en la quedada que tuvismos en las jornadas de Jerez.... para la proxima quedada sin falta!!!
carlospm23 | 8 de marzo de 2013, 19:03
Gracias a todos por comentar!
@Donkijote, en este caso es casi imposible decir que uno es mejor que otro objetivamente. Son juegos MUY parecidos, todo queda al final en una decision subjetiva. Ah! Y tomo nota de tus proposiciones para proximos cara a cara!
@Lethan, tienes razon, y es lo que termino de decantar la balanza: hacia el final de la partida se hace pesado, algo imperdonable en un filler.
@Anyelopolis, no te preocupes que lo probaremos, igual que probamos el leader 1! Pero este es mucho mas corto! :D
gudix | 10 de marzo de 2013, 10:06
Sólo he probado el Can´t Stop y bueno...es un filler con bastante más, el de los monitos va en su misma línea. Si tuviera que quedarme con alguno sería con el can't stop porque el juego da pie a situaciones que son muy divertidas.
Gran compartiva Carlos ;)