Cara a Cara (edición especial) - Diversión Pura vs Satisfacción compleja.

 (Ojo! os recuerdo que esta entrada y sección es obra de mi colega Carlospm )

 Este mes quiero cambiar un poco de tercio, así que no voy a enfrentar dos juegos, sino dos sensaciones que los jugones vivimos a menudo (al menos los que tienen la suerte de jugar frecuentemente). Pero antes de meterme en faena, quiero hablar un poco sobre...

LOS PATRONES LÚDICOS 

(o “Los gustos que tiene cada uno en lo referente a los juegos”)

 Término avalado por Barney Stinson.

Hace unas semanas, en el cumpleaños de un colega de Lex Ludi Malacitana, dialogaba sobre los patrones en los gustos de cada uno. Normalmente, cada uno tiene un “patrón lúdico” (sí, acabo de acuñar un término nuevo, soy así de erudito), es decir, una serie de patrones por los que podemos deducir que si te gusta el juego A y B, lo más probable es que te guste C. Seguramente todos habéis usado estos patrones casi sin daros cuenta. “Ey tío, ¿te gusta el Dune? ¡Entonces el Rex te va a encantar!”.
Estos patrones no solo se usan en el mundillo lúdico, sino en todos los aspectos de nuestra vida.

Según los patrones lúdicos mas comunes, es bastante probable que si amas la petanca también seas fan de Chanel.

Pero, ¿qué ocurre cuando alguien se salta esos patrones a la torera? Podría darse una conversación como ésta:

-    Ey tío, ¿has probado B?
-    Sí, es una mierdaca.
-    Pero tío, ¡si te gusta A! ¡Te encanta! Y son iguales...
-    Mierdaca gorda. Pero sí me gusta Z.
-    A ver, pero si Z y A no tienen nada que ver. Son básicamente opuestos.
-    Juegazo.
-    Ains...

 Facepalm patrocinado por el Dr. Who.

Después de pensar mucho sobre este tema (vamos, justo lo que tardé en dormirme ese día, es decir, cinco minutos), llegué a la conclusión de que en la mayoría de los casos los patrones lúdicos (ya sin comillas, pues en lo que has tardado en leer hasta aquí el término ha sido avalado por la comunidad internacional jugona) son válidos para extrapolar el gusto de los jugones, pero cuando no funciona, debemos recurrir al origen, es decir, las sensaciones que nos evocan determinados juegos.

Y he aquí, amigo lector, cuando llegué a la conclusión de que existen dos sensaciones básicas y opuestas, aunque no excluyentes: la Diversión Pura (DP) y la Satisfacción Compleja (SC)
¿En qué consiste cada una? Pues la DP es aquella que vives durante toda la partida, porque el juego en sí es divertido a más no poder y las mecánicas te provocan un chute de endorfinas continuo. Es aquella que Neiban denomina diversión primaria.
En cambio, la SC es aquella que vives en determinados momentos de la partida (sobre todo al final), cuando un plan que llevas tejiendo durante un buen rato culmina en éxito. El camino no ha sido especialmente placentero, pero la meta... ¡ay amigo, la meta lo compensa todo!
Por supuesto, no todo es blanco o negro. Entre estos dos extremos hay una amalgama ingente de sensaciones cuyo análisis no me corresponde realizar (¡he dicho!).

¿Qué juegos provocan una u otra? Pues eso dependerá de cada jugón, pero por ejemplo, podríamos decir que “King of Tokyo” provoca la DP, mientras que “Polis” provoca SC (repito, esto depende de cada jugón...).

 El Fatality, uno de los grandes dispensadores de DP en el mundo de los videojuegos.

A mí, por ejemplo, me gustan los fillers, los ligeros y algunos medios. Y me suelen aburrir los densos (sobre todo si tienen cubitos, independientemente si ese cubito tiene forma de casa, de meeple o del mismísimo Ecce Homo). Y esto es porque, básicamente, soy un adicto a la DP. Me gustan las traiciones en mitad de la partida, las risas, el cachondeo cuando a otro le sale algo mal, y en resumidas cuenta, pasar un rato agradable durante el juego, independientemente de si gano o pierdo. El arriba mencionado King of Tokyo, Gladiator, Cosmic Encounter (sí, lo siento, formo parte de ese 1% de la población mundial que tiene una mutación en su genoma que le permite disfrutar de este juego), Jamaica, Toma 6, Can´t Stop, Get bit!, Verflixxt, The island... son algunos de los juegos que me encantan.

En cambio, presiento en lo hondo de mi ser que juegos como Twilight Struggle, Puerto Rico, o el nuevísimo Tzolkin (o como se escriba) me aburrirían sobremanera. Y no digo que sean malos juegos, seguramente sean geniales, pero no soy muy fan de la SC cuando de juegos de mesa se trata.

Por supuesto, la DP y la SC, como he dicho más arriba, no son excluyentes. Puedes disfrutar de las dos (¡jugón suertudo!) incluso dentro de la misma partida. Para que veas como se distribuyen, he creado la siguiente gráfica.

 Bonita gráfica realizada con Paint (no había presupuesto para más) (Nota:haced click en la gráfica para verla ampliada).

Conforme aumenta la densidad del juego, aumenta la SC y disminuye la DP, mientras que si la densidad del juego disminuye, ocurre lo opuesto. Hay un punto intermedio, que yo denomino el “equilibrio” (¡mira mamá, mira como acuño nuevos términos, sin manos!), en el que la DP y la SC se igualan, llegando a una armonía jugona super chachi. Para mí, este “equilibrio” se alcanza en los juegos medios, aunque cada jugón tendrá su propio punto de “equilibrio”, y por lo tanto, su propia gráfica molona hecha con Paint.

De este modo llegué a la conclusión de que ciertas personas disfrutan de los juegos que le proporcionaban DP o SC exclusivamente, sin llegar a mezclarse. Si por cualquier motivo un juego deja de proporcionarle el 100% de SC para ofrecerle un 10% de DP y un 90% de SC (o viceversa), ya no será de su agrado.
¿Tienen un mal gusto? ¿Tienen uno bueno? No, simplemente, tienen el suyo, al igual que yo tengo el mío y tú tendrás el tuyo propio.

 Aunque todos sabemos que mi gusto siempre será mejor que el tuyo...

Pero sin lugar a duda, puedo deciros que envidio a aquel jugón que sea capaz de disfrutar de los dos extremos con la misma intensidad, independientemente del porcentaje de DP o SC que le ofrezca el juego.

¿Y tú? ¿Qué sensación prefieres?