Cinco en una (noche)

Uy, mirando los borradores que tengo en el historial del blog me he encontrado con las fotos de una gran sesión; concretamente de la última que tuve en Málaga, y de la que no llegué a publicar. A veces me pasa que hago las fotos de una kedada, incluso las subo, pero dejo el texto sin escribir, o medio escrito, y la hipotética entrada se queda como borrador semanas y semanas. Pero como más vale tarde que nunca, ahí van.

Una gran sesión como decía, en la que pudieron ver mesa hasta 5 juegos diferentes.

Abrió la veda el por entonces recién incorporado a la ludoteca The Ark of the Covenant. Este juego pertenece a la familia Carcassonne, siendo una versión de reglas con bastantes parecidos a la versión básica, pero con un diseño diferente, y suficientes reglas clarostá como para justificar el que me haya hecho con él.

En este caso la temática es religiosa. Curioso cuanto menos. Aunque tan pegada como el tema del juego básico. Me atrajo este juego porque soy muy fan de la serie Carcassonne. (a la vista está viendo la cabecera del blog no?) Y a través de sus expansiones y juegos independientes he buscado versiones con mayor profundidad pero con la misma esencia. The Ark lo consigue. Introduce unas cuantas reglillas muy chulas, como la del movimiento del arca de un lado para otro para hacer jugosos puntos, o la eliminación de monasterios para añadir templos, cuya disputa augura siempre tensión.

Resumiendo, con este juego digo lo mismo que con Carcassonne The Castle: si te gusta el básico estos híbridos independientes te gustarán, y puede que mucho más que el original. Si no te gusta el básico, casi seguro que versiones posteriores no te agradarán.

La sesión continuó con un Colovini. Qué ganicas tengo siempre de jugar sus juegos!

Y es que hace tiempo que los juegos de este diseñador no ven la mesa que yo quisiera y me pregunto cómo se da esto con tó lo que me gustan. Hablo de juegazos como Shangri-la, Mauerbauer, Cartagena, y en el caso que nos concierne ahora el estupendísimo Clans.
Partidas siempre rapidísimas, de unos 35 min, con muchísimo faroleo y sorpresas finales. Si es que adoro las identidades ocultas, no lo puedo evitar!
En la partida en cuestión me hice con la victoria, gracias a 5 puntos de bonus que me hicieron adelantar demasiado para un juego que suele tener punteos finales apretadísimos. Me parecio curioso que, siendo una partida a 4 jugadores, el jugador azul (véase foto; quedó despegaísimo) no fuese el jugador "robot" (era el negro). Mi colega quedó algo frustrado :O

El 3er plato del menú jueguil fue nuestro querido Deadwood. Partida relámpago con ganador inesperado. Para todos menos para mí, que al contar el dinero que llevaba no podía hacer otra cosa que cagarme en la estampa de quienes me putearon de lo lindo en la recta final. Ejercité el "yonogano" de manera satisfactoria (siempre lo es para plañideras como yo) pero no efectiva, ya que efectivamente tanto puteo hizo que me quitaran la victoria justo al final.

Las altas horas de la madrugá que eran nos llevó por la senda de los fillers. Y ya si encima llevaban dados mejor que mejor (así hay que pensar menos no?). King of Tokyo salio a mesa rugiendo.

Y con rugidos de alegría terminó la partida, ya que gané! Insólito sin duda. Le llevo tropecientas partidas al jueguecillo y no he ganado ni 5. Y que conste que gané sufriendo. Los dados no me quieren. Verdad como un templo de grande. Reto a cualquiera a verlo. Que soy un llorica y abuso del yonogano? seguramente (peronodeltododesmostrado) cierto. Que los dados me odian? cierto y punto.
Lo que mandahuevos es que el primer juego de mesa que me pongo a diseñar seriamente sea de dados. Ellos no me quieren, pero yo a ellos sí :D Con esto puede que el día de mañana marque un hito en esto de los juegos ; "el 1er juego al que su autor nunca ganó una sola partida".

Sería bastante triste, así que a esos hipotéticos designios del destino le diría No, gracias , y es que fue el juego con el que cerramos la noche.

Esta vez jugamos a la versión en castellano. Me parece llamativa la diferencia entre la edición en castellano, y la que yo poseo, la holandesa-alemana titulada Geschenkt. El juego es el mismo, pero en el caso de la segunda es 4 euros más barata y además tiene unas cartas muy coloridas, que hacen que ver después la edicición en castellano me parezca sosilla. ¿Qué os parece a vosotros? Fijaos en esta entrada para ver una imagen de la edic. Geschenkt.

Y hasta ahí llegó la cosa. Amenísima noche llena de risas, y con la marca de 5 juegos en una sola sesión. Pocas veces puedo decir esto con mi grupo habitual, ya que solemos jugar entre 2-4 partidas. Pero a ver si llegamos a 6!

Un saludo!

Jugando con Queremos Jugar

Las mudanzas son un coñazo, quien lo duda? y más cuando hay doscientos y pico kilómetros de por medio. Aunque en este caso bastante a gusto me he quedao, y es que he abandonado la choza parental para trasladarme a Sevilla, ciudad en la que trabaja mi chica hasta final de curso. Claro, el haberme quedado en febrero sin trabajo, y que esté estudiando oposiciones me hizo decantarme, ya que estudiar se puede estudiar allá donde vayas.
Desde hace un par de semanas que llevo instalado aquí, el ritmo de estudio ha subido considerablemente, a la vez que el de juego descendió por completo, así que ávido de partidas investigué la actividad jueguil sevillana, y vine a descubrir a la asociación Queremos Jugar.

Dicha asociación organiza periódicamente unas jornadas de puertas abiertas, llamadas "Partidas en la Buhaíra" a las que pude asistir el pasado viernes.

Ya a la llegada quedé sorprendido por la belleza de lugar. Las jornadas se realizan en un centro cívico, concretamente en un edificio de manufactura almohade (ver foto aquí) que está a su vez dentro de un amplio parque.
Una vez dentro me recibieron cálidamente, y pasé una tarde estupenda, de esas que se pasan en un suspiro. Gran afluencia de gente, y un ambiente perfecto para el vicio.


En cuanto a lo que me cundió:

Tigris & Euphrates - Por fin una partida a este juego! Años con ganas de catarlo, dado lo muchísimo que me gusta Knizia, y que no había podido hincarle el diente a una de sus obras más aclamadas.
Pues bien, la partida fue a 4 jugadores; Antonio, Nico, María y un servidor. Antonio y Nico ya habían jugado previamente, y se notó. Nos pegaron una buena palizilla. En todo momento iban mejores posicionados que María y yo. La experiencia fue un grado, y yo no tuve manera de hacerme con uno de los colores necesarios. Al final quedé ultimísimo, con tan sólo 6 puntos. mientras el ganador hacía 13 o 14. Penoso. No me salió nada en toda la partida :(

En breve le voy a dedicar una entrada a este juego. Que tanto tiempo teniéndole ganas bien se merecen unas líneas exclusivas.

La tarde continuaba con un Aventureros al tren Europa.

Esta vez jugamos a 5. Se nos unió Álex. La partida transcurrió tan fluída como siempre ocurre con este juego. Y me pude quitar el amargo sabor de la derrota anterior, ya que gané propinando una palizilla. Si no fijaros qué dispares los contadores de puntos al final. 121 pts para mí, 1o1 para María, 88 para Alex, 68 para Antonio y 62 para Nico.

De 3er plato jugamos un Palastgefluster que también tuve ocasión de catar.

Me pareció un amenísimo juego de cartas. En la explicación de reglas me costó pillar el asunto, dado lo abstracto que es el jodío, pero todo en pos de una mecánica divertida, y con buena miga.
Una pena que la partida no pudiese terminar, debido a obligaciones ajenas al vicio. Saldamos el asunto con un triple empate entre María, Alex y yo.
Me quedé con tremendas ganas de terminarlo. Y además, al precio al que está el juego me hizo ir de camino al metro pensando en si debía acogerlo en la ludoteca o no. Desde luego es candidato a gran filler de cartas. 1 partida o 2 más necesitaré para asignarle dicha categoría.
EDITO: Añado este enlace a una magnífica reseña realizada precisamente por Queremos Jugar.

Y eso fue todo. Gracias a Queremos Jugar por ofrecerme la oportunidad de jugar en tierras sevillanas. Espero poder volver a siguientes citas.

Un saludo!

Deadwood, la reseña

Uno de los más gratos descubrimientos del pasado año, y también uno de los últimos, fue este bonito y desapercibido juego llamado Deadwood.

El juego ha sido creado por Loïc Lamy. Está editado por Edge (en completo castellano), con una escala de 2-5 jugadores, y entorno a los 45-60 minutos de duración, aunque con experiencia encima lo jugarás en 35 min.

El tema de Deadwood? Los jugadores asumirán el control de una banda de malechores que busca enriquecerse todo lo que pueda a costa de la llegada del ferrocarril al pueblo, que trae gentes y con ello dinero.
Pinta bien verdad? si todo lo que sea dar tiros y hacer el malote nos gusta XD

Los componentes del juego son bastante buenos. Edge nos tiene acostumbrados a ello. Un tablero de calidad, un montón de tokens de cartón de diferentes tamaños, cuantiosas losetas, e incluso dados al estilo far west.

Ahora vayamos al mejunge. Como decía antes, nuestros forajidos tendrán que ganar dinero. El juego lo gana quien más dólares tenga al final, así que la disputa promete tortas y pique. Esto fue lo que me engatusó de Deadwood. Amante que es un servidor de los juegos con sabor a tortas. En Deadwood habrá cantidad de refunfuños y duelos que provocarán carcajadas a la par que mosqueos.

La mecánica del juego es una especie de "colocación de trabajadores" light. El pueblo estará formado por losetas, cada una de ellas representando un edificio. Cuando un jugador coloque un bandido sobre ella, activará el edificio. Y éstos hacen cosas muy variadas, desde dar dinero, hasta activar habilidades especiales.
A principio de partida Deadwood tiene unos edificios básicos (Ayuntamiento, Iglesia, Salón, Oficina del Sheriff, etc), y conforme avance el juego, se irán construyendo nuevos emplazamientos, gracias a la prosperidad que trae el ferrocarril. Cómo no, las losetas cambiarán totalmente la partida según en qué orden salgan, propiciando partidas siempre diferentes.

Conocerse los edificios y sus habilidades es gran parte del éxito en el juego. Los jugadores podrán hacer combos muy curiosos, y conseguir mucho dinero a veces en un solo turno.
Los dibujos de los edificios están bastante chulos. La estética del juego es genial, gracias a varios ilustradores, entre ellos Miguel Coimbra, cuya mano se nota de lejos.

Fijaos en la pinta de los bandidos. Serán diferentes por cierto para cada color de jugador. Incluso hay guiños, pues hay uno que es claramente El Manco, el mítico pistolero interpretado por Clint Eastwood.

La chicha del juego? Pique y puteo a tutiplén. La interacción difícilmente podría ser más directa. Hay multitud de edificios que tienen efectos directamente sobre otros jugadores. Robando dinero a ajenos, inutilizando sus vaqueros, etc.
Y no nos olvidemos de los duelos, la pura esencia del juego. Antes decía que los pistoleros ocupaban edificios. Pues bien, en cada edificio sólo cabe 1 bandido, pero cuando otro jugador coloca a su tipejo en el edificio donde ya hubiese otro, se produce un duelo por ver qué gallito mandará en el corral. Se mide la fuerza de los vaqueros (el numerito que tienen en el dibu) y se produce una tirada de dados mediante un sistema muy original, que consigue reflejar la habilidad extraordinaria de disparar que todos hemos visto en los duelos de las pelis.

Llegan a verse duelos buenísimos, incluso en los que ambos contendientes se liquidan, para cachondeíto y beneficio de los demás jugadores. Está claro que el azar influye, pero creedme, siempre que se producen duelos en la partida se crea una expectación tremenda, a la par que diversión (a no ser que tú seas uno de los implicados en el duelo, en cuyo caso sólo te reirás si al final sigues vivo XD).

Como suelo hacer en mis reseñas, nada de reglas en profundidad. Me dejo muchísimas en el tintero. Y muchas que le dan al juego una autenticidad enorme. El turno a turno es muy ameno. O colocas 1 vaquero en un edificio, o retiras vaqueros. Si eliges lo primero activas el edificio y te beneficias, si decides lo segundo (seguramente porque todos tus vaqueros ya estén desplegados) te llevas pal rancho (la zona personal de cada jugador) todos los vaqueros que quieras. Esto le da dinamismo a las partidas. Los bandidos van y vienen, los edificios se llenan y se quedan vacíos. La especulación está servida.

Y mientras tanto, el ferrocarril avanza con paso lento pero firme hacia Deadwood. Cuando todas las fichas de raíl se han colocado, el final del juego es inminente.

Al acabar la partida toca el recuento de dinerito. Quien más tenga gana, pero ojo, a lo largo del juego, cada vez que hayamos sido malotes (atracando el banco, provocando duelos, etc) nos comeremos una ficha de Wanted. Estas fichas al final del juego son un lastre, ya que nos restarán parte de nuestro dinero. Muy a tener en cuenta, y que nos harán en más de un momento retractarnos de alguna fechoría que teníamos en mente.

Conclusión - Deadwood me parece un gran juego. No introduce nada nuevo, pero su sabor a western está más que logrado. Si además disfrutas de los juegos con piques y puteo, pruébalo sin dudar. Es rapidito, bonito, y "va bien" a 5 jugadores (el motivo del comillado léase en contras, a continuación). El precio me parece adecuado. No es barato, pero tampoco caro. En mi grupo de juego más común ha fascinado, por lo que creo que lo tengo más que amortizao, y de hecho nada indica que deje de ver mesa. Dadle una oportunidad, que apenas se ha hablado de este juego en la comunidad jugona y merece más atención.

Pros:
- El tema ; es curioso que yo diga esto. Siempre afirmo que no me gustan los juegos muy temáticos. Pero aquí se da el caso de que soy desde crío un devorador de cine del oeste, y que el juego tiene toda la gracia con el tema. Es impresionante cómo han conseguido que todos los efectos de los edificios hagan algo relacionado totalmente con su nombre. Te hace meterte en la situación.
- Los duelos ; Son un jodido puntazo. Faroleas, amenazas, haces el ganso, sales por patas. Tienes tantas opciones que nunca habrá 2 duelos iguales.
- La estética del juego ; muy correcta, y ayuda mucho a ponerte en la piel de forajido.
- Variantes; las reglas del juego te dicen que el dinero es descubierto. Pero si juegas semiocultándolo (apilando todos tus doláres los jugadores no sabrán qué dinero tienes exactamente, ya que hay billetes de 1, 2, y 5 dólares). E incluso puedes ocultarlo del todo, como en el Smallworld. Le dará incertidumbre a las partidas, y mucho debate de cara a "a por quien vamos?"

Contras:
- Asimetría? ; léanse las líneas que le dediqué al juego en esta entrada. Totalmente cierto, pero es muy fácil de arreglar, gracias a las variantes y homerules a las que se presta el juego. Hay 2 edificios que si salen de primeras en la partida, están descompensados, y esto lo pagan quienes jugan en último y penúltimo lugar (y a veces tb el 3º). Pero hay muchas maneras de arreglarlo. Cómo? limitando su poder, dando dinero (2$ al 3º, 3$ al 4º, y 4$ al 5º), con una homerule que nos inventamos que obliga a levantar tu vaquero (a la fuerza, del edificio descompensado) cuando eliges acción de recoger bandidos, etc. Hay múltiples opciones. Y creedme que funcionan. He tenido la suerte de jugar ya una quincena al menos de partidas a este juego y hemos podido testear bien estos parches, y lo arreglan a la perfección. Es desde luego su mayor contra, pero si lo juegas y/o te haces con él no dudes en pedirme info acerca de estas variantes.
Es más, puede que jugándolo ni percibas esta asimetría. Reitero que para uno darse cuenta de esto tiene que haber jugado unas cuantas partidas, y que todos tengan el mismo nivel. Si lo juegas poco, y/o con primerizos, ni te darás cuenta de lo que hablo.


Y eso es todo. Si te gustan juegos del tipo Smallworld es bastante probable que disfrutes cantidad con Deadwood. Si no, puede que su simpleza y elegancia de colocación de trabajadores-bandidos te encandile. Deadwood es un juego con armas suficientes como para hacerse hueco entre otros más aclamados. Seguramente su desconocido autor le juegue en contra, pero a mí al menos ya me tiene a favor.

Un saludo jugones!

Cuentas pendientes

Así es, cuentas pendientes tenía con 2 de los 3 juegos de los que voy a hablar a continuación. Muy altas expectativas en un caso, y decentes en el otro, y gratamente cumplieron. Veámoslo:

Trajan - Tras catar hace no mucho el Burgen von burgund y quedar prendaíto, además de haber catao en el mismo día el In the Year... , mi curiosidad hacia Trajan creció considerablemente. A priori el juego no me atraía demasiado, la estética me parece horrible, y que además comparto la opinión de que los juegos de Feld son fríos como Raikonnen.
La partida en cuestión la jugamos Lethan, Cristóbal y un servidor. Resultado: que disfruté como un enano. Es un juegazo en toda regla. Tal y como había leído, las diferentes maneras de puntuar y los posibles combos hacen que te devanes los sesos durante largo tiempo y se te pase en un santiamén. Y la mecánica del mancala está insertada con total elegancia.
Lo dicho, juegazo tremendo. Aunque admito que adolece de la citada frialdad, y que el Burgen von burgund me gustó algo más. Le vi algo más de "alma" (y mandahuevos que digo esto tratándose de 2 juegos super fríos y abstractos).

Dschunke - Y éste era el 2º pendiente, porque desde que lo jugaron Lethan y Cristóbal tiempo atrás, no paraban de alabar este juego obra de Michael Schacht. Las expectativas que tenía en él no eran tan altas como las del Trajan, ya que los juegos de cierto corte económico como Dschunke no me apasionan a priori, pero los mecanismos del juego me parecieron muy curiosos, como la rotación de mercancías entre los barcos.
Veredicto: que me agradó bastante. Esperaba un juego correcto (incluso tirando hacia el "ni fu ni fa"), y me parecio un buen juego. No es del tipo de los que me apasionan, pero encantao de la vida lo jugaría a menudo.

Y eso fue casi todo de aquel día. Digo casi porque antes de los 2 anteriores pudimos echar una partida a mi queridísimo Génesis, ya sabéis, el juego de Knizia, no penséis en los seguros de coche y el jodío erizo.

Partida a 3 jugadores, esta vez con Mónica en lugar de Lethan (que aún no había llegado), Cristóbal, y un servidor. Mónica hizo una partida excelente. Me tapó varias manadas con las que iba a hacer bastantes puntos y hubiese ganado la partida, y se metió en casi todas las disputas, rascando puntos de un lado y otro. Ganó sacándonos unos cuantos puntos, conmigo 2º, y Cristóbal 3º.

Y eso sí fue todo en cuanto a vicio. Qué gustazo da probar un juego al que le tienes tantas ganas, y encima que cumpla tus expectativas. Sin duda es uno de los mejores sabores que se pueden degustar en una kedada jueguil. ¿No os parece?

Un saludo jugones!